Tras una primera incursión a través de códigos y narrativas en la reciente colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat Valenciana, este segundo ciclo de exposiciones recorre planteamientos sobre la memoria y cómo ésta, ligada a un imaginario colectivo o desde lo personal, proporciona nuevos enfoques a problemáticas actuales.

Aprehender del pasado, analizarlo en el presente y adoptar posiciones para proyectarlo en el futuro son algunas de las capacidades que el arte actual posee. Se trata de superar aquel arte que trataba de ser ‘eterno’, cuya creación se fundamentaba en el material perdurable, una manera de sobrevivir, a través del objeto, a los estragos del tiempo.

En la actualidad, se ha dejado atrás ese sentido de eternidad y es la inmediatez la que se alza como nueva cualidad temporal más significante y, si atendemos a los efectos de este proceso en el ámbito artístico, se producen toda clase de reflexiones y reacciones entorno a esa fugacidad.