Hoy menos que nunca podemos pensar en una concepción del mundo fragmentada que separe la naturaleza de la cultura. Y por ello parece necesario pensar transversalmente las múltiples relaciones entre una ecología ambiental, política e individual que integre, como si de un inmenso juego de energías se tratase, la intensa relación entre ecosistemas, mecanosfera y el extenso universo de referencias sociales e individuales.

Resulta en cierto modo desconcertante conjugar la vida en el presente si en la idea que tenemos del futuro sobrevuela el fantasma distópico del Antropoceno.  Para que una determinada forma de vida sea posible en el presente, parece pertinente pensar en el futuro, no apenas en aquel lugar donde se pueda vivir, sino en aquel lugar donde se quiere vivir. En este sentido la construcción de nuevas formas de ser en sociedad, la producción de nuevas subjetividades ético-estéticas y la multiplicación de singularidades para la construcción de un pensamiento articulado entre campos sociales, políticos y ambientales, parecen ser de vital importancia para elaborar la interrogación que plantea este proyecto expositivo ¿Todo esto es todavía posible?.

Esta investigación multidireccional que proponemos pretende levantar cuestiones referentes al modo en que contemplamos el mundo bajo la posibilidad de constitución de un imaginario subjetivo y común, analizando la semejanza entre las formas naturales, la construcción de una herencia cultural determinada por el peso de la historia y los modos como se organiza la vida en el capitalismo, bajo el signo de una constante tensión entre dominación y afecto.

Este juego de energías que aquí proponemos camina hacia una ecología de las prácticas artísticas, prestando atención a todos los organismos implicados este conflicto de entidades con agencia política propia, intentando formular más preguntas que respuestas, para poder estimular la relación entre múltiples proposiciones como forma de producción del conocimiento.