LA CUARTA PIEL. CRYSTALIZADOR. DESVELANDO LOS FLUJOS SALINOS DEL VINALOPÓ

Cultura Resident. Convocatòria producció artística 2024

 

Lugar: Museu de la Mar de Santa Pola, Alicante

Duración: del 1 de marzo al 30 de mayo de 2024

Más información bases de la convocatoria Cultura Resident 2024. Convocatoria de producción artística 2024

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RESÚMEN DEL PROYECTO

La narrativa predominante ante la crisis climática imagina un mundo en el que la naturaleza debe protegerse de las actividades humanas. Sin embargo, la humanidad está intrínsecamente ligada a la naturaleza y forma parte integrante del mismo sistema. Entender la existencia entrelazada es vital para mantener una relación sostenible con el medio del que somos parte.

La vida en las Salinas de Santa Pola está basada en una coexistencia entre especies fraguada desde hace siglos. Desde el cultivo de barrella hasta la explotación salinera, ya en el siglo XIX, este modelo ha supuesto una domesticación humana del territorio para construir un paisaje productivo del que extraer diferentes materias.

En las salinas, el agua marina va pasando por las balsas construidas por el ser humano, mientras el sol de verano aumenta la concentración salina al evaporar el agua. Aflora así el cristal de la sal. Este proceso industrial cuenta con la biotecnología de bacterias y microalgas. Un proceso microscópico que ayuda a concentrar la radiación solar en las balsas a través del característico pigmento rosa. Al mismo tiempo, el pigmento evita que las bacterias sufran mutaciones a causa de la extrema radiación electromagnética.

Sin la terraformación de las salinas, las decenas de microorganismos que alimentan a los flamencos y al resto de aves migratorias que habitan el ecosistema a lo largo del año no dispondrían de un hábitat propio en Santa Pola.

La residencia ha servido para especular sobre un futuro escenario en el que los seres humanos, tecnología y microorganismos exploran formas alternativas de relacionarse.

Crystalizador es un dispositivo que sintoniza a los humanos con las Salinas de Santa Pola, un ecosistema diseñado por humanos y sustentado por las vidas de decenas de especies interdependientes.

Este escenario se materializa a través de varios prototipos producidos durante estos meses. En el proceso diseñado para una futura activación, los visitantes aportarán fluidos altos de sales procedentes de su propio cuerpo. Las salivas y sudores contienen sales minerales que servirán para regular el pH del medio en el que habitan los microorganismos. El cuidado y mantenimiento del dispositivo ocurrirá en forma de una meditación guiada generada gracias a un sistema de lenguaje basado en AI. El algoritmo generará una meditación basada en el estado del ecosistema bacteriano, que invitará a restituir sus condiciones de confort.

Durante el proceso, La Cuarta piel visitó el entorno de las explotaciones salineras para recoger muestras del paisaje de la sal de la mano de Lorena y José Ramón del Centro de Visitantes del Parc Natural de les Salines de Santa Pola. Además, aprendió gracias al equipo del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio de la Universidad de Alicante, liderado por la Dra. Rosa María Martínez Espinosa, cuáles eran las condiciones idóneas de desarrollo de estos seres, para aplicarlas en el biorreactor que contiene la comunidad microbiana. Por último, se prototiparon sistemas para la recolección del sudor humano basados en tecnologías del mundo wellness.

¿Es posible diseñar estrategias de simbiosis interespecie con la finalidad de actuar en beneficio de un mundo más justo para todas las partes? ¿Cómo podemos evitar que estas relaciones generen sistemas jerárquicos y estructuras verticales de poder en las que una de las partes salga perjudicada? ¿Podemos hacer uso de nuestros recursos y tecnologías para tender puentes con lo no-humano y favorecer esas relaciones en lugar de distanciarnos? ¿Pueden los últimos avances en inteligencia artificial ayudarnos a interpretar y traducir otros lenguajes a los que no tenemos acceso para favorecer la empatía y aprender de otras formas de conocimiento? ¿Es posible un escenario en el que los humanos eliminemos nuestros vínculos extractivistas con el paisaje y con otras especies para cooperar en un intercambio equitativo de recursos?

En términos de objetivos, este proyecto establece una conexión más fuerte entre los ciudadanos y los paisajes productivos, rompiendo la dicotomía ciudad-rural e integrando los ecosistemas colindantes a la ciudad como parte integral de su entorno. A través de las interacciones, establecemos nuevos códigos de comunicación que vayan más allá de lo numérico y técnico, fomentando un diálogo más accesible y emocional sobre la realidad ecosistémica que nos rodea.

CRÉDITOS: Ideación y coordinación: Ximo Berenguer, MonCano, Carlos Pastor, Javier Gutiérrez asesoramiento técnico: Rosa Maria Martinez Espinosa (IMEM bioquimica aplicada UA) Lorena y Jose Ramon (Centro de interpretación de las salinas)

 

AUTORIA

La Cuarta Piel es una comunidad de prácticas que vincula procesos participativos al cuidado del entorno. Traduce los procesos que sustentan la vida humana en las ciudades a través de situaciones hedonistas que materializan las relaciones ecológicas de estos complejos procesos y las acercan a una escala humana. Un ejercicio de mediación que facilita la comunicación entre saberes, especies y territorios. 

Fundada en Alicante, acompaña proyectos e iniciativas dedicadas a la transformación territorial y a la mediación cultural. La Cuarta Piel está conformada por arquitectxsy artistxs que trabajan con sensibilidad hacia las necesidades de los ecosistemas cercanos y desde el compromiso por generar lugares de encuentro disfrutables.

A lo largo de los últimos dos años, se han vinculado al Centro Cultural de Las Cigarreras con el festival de experimentación material Ficciones Compartidas en la nave del Secadero, han puesto en marcha un grupo de investigación sobre el río Monegre con El rio desplazado, han montado un spa de lodo de mármol en La Casa Encendida, han grabado una película junto con las mujeres de Carolinas reacondicionando un solar del barrio o han montado una expedición con el IES Sant Blai para estrechar lazos con las lagunas de Rabassa.